NO ES "BICICLETA O TRANSPORTE PÚBLICO"
- Profe en Bici

- 21 jun 2017
- 2 Min. de lectura
Algo parecido sucede entre quienes andamos la ciudad en bicicleta y quienes se suman a la movida runner: ¡queremos que más gente descubra lo bueno que está esto que hacemos! (y a veces, lamentablemente, hasta hacemos de la militancia una práctica religioso/sectaria). Y en ese entusiasmo por comunicar sus bondades, creo que caemos en algunos errores conceptuales y confundimos las ideas. Una de ellas, muy frecuente, es proponer a la bicicleta como alternativa a un transporte público paupérrimo y decadente. Hoy encontré esta imagen en Twitter...
Y aunque obviamente es atractiva para el usuario frecuente del transporte público, contiene un grave error conceptual.
Estoy plenamente de acuerdo con aquella idea que la ciudad con el mejor transporte no es esa en que los pobres tiene cada uno su auto, sino aquella donde cada rico se mueve en transporte público. Y la bicicleta, con su continua militancia, me ha confirmado en dicha posición. Te cuento por qué...
El dilema no se encuentra entre colectivo/subte/tren por un lado y la bicicleta, sino entre transporte eficiente y transporte ineficiente. Y en este sentido es que la bicicleta se vuelve el modelo por excelencia en eficiencia para transportarse; es la bicicleta el verdadero vehículo inteligente para las ciudades, y todos las estadísticas así lo indican.
Por lo tanto, para quienes la elegimos por sobre cualquier otro medio para desplazarnos, la tarea es doble. La primera tiene que ver con demostrar que el automóvil no es eficiente, ya sea por su consumo, por su contaminación, por su contribución en la construcción de una ciudad cada vez menos humana, por el espacio público que ocupa, por los embotellamientos que genera, etc.. Por otro lado, la segunda tarea es la de exigir a quienes nos gobiernan que inviertan en transportes públicos más eficientes, mejor cuidados, más frecuentes, más accesibles. La bici hace crecer la conciencia democrática, y en ese sentido, los verdaderos ciudadanos, esos que vivimos la ciudad día a día sin encerrarnos en el habitáculo del coche con el estéreo al mango para abstraernos de todo, y que somos mayoría, tenemos derecho a elegir las mejores opciones para todos. En eso consiste la democracia; le pese a quien le pese.


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