LIMPIANDO CADENA Y AJUSTANDO CAMBIOS...
- Profe en Bici

- 21 jun 2017
- 3 Min. de lectura
Hay dos tipos de ciclistas: los que cuidan su bici, y los que no; los que se preocupan por el desgaste de sus piezas y los que esperan no tener un accidente el día que se corten los cables de freno; los que no toleran que salte la cadena de los piñones en cada cambio, y los que rompen sus dientes o dejan el cambio fijo en la única posición medianamente estable.
Claramente yo me considero parte del primer grupo, y aunque no soy un obsesivo con estas cosas, sí me gusta cada tanto, lease una vez cada dos meses aproximadamente, hacer una limpieza de cadena; obviamente que los tiempos pueden adelantarse si los cambios empiezan a darme dolores de cabeza con su desajuste.
Al adentrarnos en esta tarea por primera vez, descubrimos que hay todo un mundo en torno a los productos para limpiar cadenas. Algunos ciclistas lo hacen con nafta, gasoil, kerosene, aguarrás… Otros recurren a productos específicos para bicicletas: Finish line, una marca importada, es quizás uno de los mejores (hoy sale $ 350 en las bicicleterías), o Penetrit, de fabricación nacional, también ofrece su producto específico para este fin, junto a una amplia gama de otros productos, para limpiar y mantener el cuadro, cepillos y demás… Hace un tiempo, había hecho la opción por estos últimos.
Debo reconocer que mi obsesión sí alcanzó para haceme con un pequeño artefacto de plástico, con varios rodillos adentro con forma de cepillos, que facilitan muchísimo la limpieza de la cadena, ahorrando producto limpiador, y con un poco de práctica, ahorrándos la suciedad que quedará en el entorno en donde limpiemos la bici y que después deberíamos acondicionar. Aconsejo muchísimo conseguirse uno de estos, aunque sean relativamente caros y requieran cierto cuidado en su uso, pues al estar fabricados en plástico, imagino que no deben ser extremadamente resistentes. El mío tiene varios usos, y todavía está como nuevo.
Pero aquí viene lo que quería compartirles específicamente en esta entrada: el domingo por la tarde fue el día en que decidí hacerle el “service” que los cambios de mi bici veían demandando. No tenía desengrasante, así que fui a la bicicletería más cercana, y el precio de lo que tenían para ofrecer, me desalentó. Pero como así no podía seguir andando, en el supermercado del barrio compré el clásico desengrasante de cocina: "Cif antigrasa" (supongo que podría ser el de cualquier otra marca y tener los mismo efectos). Con la ayuda de artefacto limpiador de cadena, unos cepillos, y un trapo, en unos minutos dejé la cadena completamente limpia. El resultado me sorprendió, y el producto mucho más: por un 20% del valor del producto específico de primera marca que me ofrecían en la bicicletería, obtuve un resultado igual o mejor. Es cierto que hay que tener la precaución de enjuagar muy bien y quitar todo el producto para que el lubricante nuevo que le pongamos a la cadena no se pierda con el pedaleo por el efecto del desengrasante atrapado en los eslabones de la cadena que pueda seguir actuando. Pero no hacen falta más elementos que los mencionados para llevar a cabo esta tarea.
Como entre mis principios considero que debemos vivir en armonía con la naturaleza, uno de los motivos por lo que había elegido el producto de Penetrit había sido la especificación de que su producto era cuidadoso con el medio ambiente. Temía que esta nueva inclinación por el "Cif antigrasa" fuese en detrimento de esto último. Por ello envié, a través del botón de contacto de la página de Cif, un mensaje que fue contestado en el transcurso de unas dos horas, por teléfono, por uno de los representantes de atención al cliente de la empresa: el producto cumple con las normas vigentes (lo cual, al menos a mi no me dice mucho), y es respetuoso con el medio ambiente.
Por lo tanto, estamos frente a una excelente alternativa, tanto por su precio, como por su calidad.
Si alguien más se anima a hacer la prueba, o ya la ha hecho, espero sus comentarios...
¡Buena pedaleada!

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