EL BIENESTAR ES COLECTIVO

Hay mucha ignorancia cuando de ciclismo urbano se trata. Es cierto que uno tiende a enojarse, porque nos sentimos juzgados quienes elegimos la bici, por aquellos que además nos matan, esto es, por los automovilistas. Lejos estoy de querer escribir esto desde el enojo; de hecho, no es ese el sentimiento que me anima, sino más bien el dolor frente a una colonización de conciencias que han conseguido aquellos que son funcionales al modelo individualista de la modernidad.

Ya dije en otro lado que el auto es el prototipo del modelo individualista moderno: un conductor, sólo en su auto, ocupando mucho más espacio del que necesita para trasladarse, consumiendo recursos no renovables, sumido en sus pensamientos, escuchando su radio, con el aire acondicionado al máximo, contaminando todo el medio ambiente y el entorno. Filosóficamente, Descartes diría "YO pienso, luego YO existo", y este automovilista agregaría: "Y el OTRO no me importa nada". La bicicleta está en la vereda de enfrente. Es el prototipo de una época adveniente, cuyo fin es el encuentro, la relación, la armonía. En el fondo, son estos dos modos de ver el mundo los que se enfrentan. Hoy circula en las redes un informe de Canal 9, titulado "Ciclistas: ¿víctimas o suicidas?" (http://www.canal9.com.ar/noticias-tl9/ciclistas--victimas-o-suicidas-23909). Recomiendo verlo para entender de que hablo cuando digo que en cuestión de ciclismo urbano hay mucha ignorancia. La posición del periodista se revela en el minuto 1:47. Textualmente: "Buenos Aires y Rosario están entre las ciudades con mayor uso de la bicicleta en Latinoamérica. Este crecimiento que se da año a año, y que impulsa un cambio ecológico pensando en el medio ambiente y en el BIENESTAR PERSONAL, también es acompañado por el crecimiento de los accidentes y muertes." En la lógica individualista, no existe la posibilidad de que un Otro pueda desenvolverse en su vida sin pensar sólo en sí mismo. Para ellos tenemos una mala noticia: los que nos movemos en bici no lo hacemos sólo por un bienestar personal. Cuando cada uno de nosotros agarramos la bici, no sólo le ahorramos al aire que nosotros respiramos toneladas de dióxido de carbono, sino que también se lo ahorramos al aire que respiran ellos; cuando nosotros agarramos la bici, no sólo le restamos dejamos más espacio público para movernos con mayor libertad, sino para que ellos también se muevan con más libertad en sus autos; cuando nosotros agarramos la bici, no sólo cuidamos nuestra salud, sino que le dejamos disponible a ellos las salas de espera y las camas de nuestros hospitales públicos a los que necesitamos recurrir en menor medida; cuando nosotros agarramos la bici y al automovilista enojado le devolvemos una sonrisa, lo hacemos para recordarle que a una agresión no necesariamente hay que contestarle con una agresión mayor; cuando nosotros agarramos la bici, no sólo lo hacemos para viajar más cómodos, sino también para que los que eligen el transporte público también puedan viajar más cómodos. Insisto: en la mente reducida y colonizada del individualista moderno, entender esto es prácticamente imposible; para muestra un botón, pero acá tenemos tres: las dos periodistas del estudio y el propietario de esa "voz en off" del informe. En las redes todos los días nos encontramos con más "botones". ¡Qué difícil es salir de la Matrix!

Llama la atención el recorte al final de la nota; sospecho quién es la portadora de la ignorancia ante los datos oficiales. A esa ignorancia hay que sumarle la otra que tiene que ver con haber perdido de vista quiénes son los destinatarios de la planificación urbana. Por eso, creo importante recordar que las ciudades, alguna vez pensadas para los ciudadanos, determinadas por esa mentalidad individualista y moderna, pasaron a ser pensadas en función del automóvil; y muchos se sintieron tan a gusto que olvidaron el origen. ¡Imaginen el enojo de ellos, cuando alguien, sobre una bici, viene a recordárselos! Ojo entonces con querer usar el "respeto"; puede ser un argumento que se les vuelva en contra.

#Filosofía #Bicicletas #Reflexiónpersonal